viernes, 11 de noviembre de 2011

-

Si, lo se, a veces te saco de quicio. No puedo remediarlo, me encanta que te enfades porque yo no quiera decirte algo. Pero esto ya lo veo absurdo. ¿Por qué siempre me preguntas lo mismo? ¿Acaso te doy motivos para pensar que no lo hago? Sinceramente, no sirve de nada, ¿cambiaría algo? Yo creo que no, no cambiaría absolutamente nada. ¿Qué quieres? Dimelo, porque ya no te entiendo; estás confuso, no sabes lo que quieres, no tienes ni idea. Quieres tenerlo todo y al final te quedarás sin nada, o por lo menos sin mi. Porque yo ya me estoy cansando de estupideces, de falsas promesas y de recuerdos olvidados por tu parte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario