sábado, 24 de abril de 2010

Ese fuego, en resumen, es su alimento.


Mi abuela tenía una teoría muy interesante; decía que todos nacemos con una caja de cerillas dentro, pero que no podemos encenderlas solos... necesitamos la ayuda del oxígeno y una vela. En este caso el oxígeno, por ejemplo, vendría del aliento de la persona que amamos; la vela podría ser cualquier tipo de caricia,palabra o sonido que produzca la explosión que encenderá uno de las cerillas. Por un momento, nos deslumbra una emoción intensa. Una sensacion placentera crece dentro de nosotros, desvaneciéndose a medida que pasa el tiempo, hasta que llega una nueva explosión a revivirla. Cada persona tiene que descubrir qué disparará esas explosiones para poder vivir, puesto que la combustión que ocurre cuando uno de las cerillas se enciende es lo que nutre al alma. Ese fuego, en resumen, es su alimento. Si uno no averigua a tiempo qué cosa inicia esas explosiones, la caja de fósforos se humedece y ni una sola cerilla se encenderá nunca.

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